jueves, 25 de noviembre de 2010



Considera Ecologistas en Acción en su nota de prensa que "los circos se nos presentan como lugares divertidos, llenos de colorido y alegría. Pero detrás no sólo hay payasos y malabaristas, sino una realidad muy diferente: el sufrimiento, privación de libertad y muerte de animales. Pues reducidos y acobardados por golpes y latigazos, el circo se apoya en la vieja idea de que somos superiores a animales de otras especies y tenemos derecho a dominarles".

El Circo Mundial comenzó sus funciones en la capital alcarreña el pasado sábado y tiene previsto permanecer en la ciudad hasta el próximo domingo, 14 de marzo.

"Todos los animales que son obligados a vivir en los circos viven privados de libertad durante toda su vida y la mayoría de las veces solo salen de sus jaulas, cajas o liberados de sus cadenas para ser obligados a realizar ridículas exhibiciones y trucos. Esta falta de libertad, contraria a la propia naturaleza del animal, les suele causar muchas veces graves trastornos mentales y físicos: moverse de lado a lado de manera repetitiva, golpes en la cabeza, morder los barrotes, automutilizarse, etcétera", enfatizan los responsables de Ecologistas en Acción en su texto de protesta.

La asociación ecologista resalta que "esos números o trucos que tanto gustan al público se obtienen tras horas de entrenamiento durísimo que causa una gran angustia y sufrimiento a los animales sometidos para por fin poder realizarlos correctamente. Entrenamiento por supuesto, a base de golpes. Ningún león, oso, elefante o cualquier otro animal, andaría en bicicleta, sostendría pelotas, o saltaría a través de aros de fuego, estos trucos los hacen en contra de su voluntad, les incomodan y les hacen tener miedo de las consecuencias que tendría no hacerlo o hacerlo mal. Más golpes y latigazos". además de que "los circos viajan de ciudad en ciudad haciendo miles de kilómetros. Estos viajes inplican estar durante horas encerrados en compartimentos sin ver la luz del sol, darse golpes con el traqueteo de la carretera y estar encadenados. Durante estos alrgos viajes muchos animales mueren durante el camino.

Cuando los animales ya no les sirven, por ser demasiado "torpes" o hacerse mayores, Ecologista en Acción entienden que "les matan o abandonan, e incluso algunos circos les venden a colecciones privadas de animales exóticos o laboratorios de experimentación. Así acaban su vida, de manera tan miserable como lo fue el resto de su existencia".

Por todas estas razones, Ecologistas en Acción pide a los ciudadanos que no visiten los circos que usan animales en sus actuaciones.

Una iniciativa en este sentido la acaba de tomar el Ayuntamiento de San Fernando de Henares. La cercana localidad madrileña, gobernada por IU y PSOE, ha confirmado su intención, mediante una nueva normativa, de prohibir la instalación en la localidad de circos que empleen animales en sus espectáculos.

La nueva regulación, que se aprobará "en unos meses", convertirá a San Fernando en el primer municipio de la Comunidad de Madrid en impedir "el uso y el maltrato" de los animales en los circos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Circos, animales y crueldad



Hay varias razones para que los circos con animales no tengan continuidad.

En muchos países han sido prohibidos o restringidos: Alemania, la India, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Inglaterra, Suiza y aquí, por ejemplo, en Barcelona; a medida que la gente toma conciencia de la crueldad que implica forzar a los animales a actuar, se van encontrando más trabas. La vida que llevan los animales de los circos se caracteriza por el aislamiento, el castigo, el miedo y el cautiverio; estos animales acaban literalmente locos y desarrollando conductas agresivas, puesto que los métodos de aprendizaje son una combinación de castigos y recompensas, y los trucos no están basados en comportamientos naturales del animal.

Los circos enseñan la peor actitud posible hacia los animales, despojando a unas magníficas criaturas de su dignidad a base de forzarlas a hacer trucos estúpidos y antinaturales para ellos. Debemos enseñar a los niños a respetar y a apreciar el mundo con todos sus habitantes. Parece evidente que los circos deberían prescindir de los números con animales salvajes.